
Una historia de mar, raíces y amor eterno.
Hay lugares que no se crean, se heredan del corazón.
En 1964, Don Antonio Cámara dio el primer paso en lo que sería una vida entera dedicada a la hostelería. Lo que comenzó como un sueño llamado El STOP se transformó, décadas después y gracias al trabajo constante junto a su mujer, Isabel Moreno, en una realidad: en 2003 nació Hermanos Cámara.
Aquel pequeño restaurante familiar pronto se convirtió en un punto de encuentro para generaciones enteras. Un lugar donde el olor a sal, la cocina casera y la calidez de un “bienvenido” se mezclaban con el sonido de las olas.



Con los años, el restaurante creció, cambió de nombre y se adaptó a nuevas épocas, sin perder jamás su esencia. De Hermanos Cámara pasó a Restaurante Carmen y, más tarde, a Playa Tropical, acompañando a quienes nos visitaban en cada etapa de sus vidas.
Isabel fue el alma de cada uno de esos nombres. Y hoy, con la misma pasión que ella nos transmitió y después de muchas mareas vividas, en 2026 reabrimos nuestras puertas con un nuevo nombre, pero con el mismo corazón: La Carmela Beach Club.
Soy Carmen, la pequeña de la familia, y junto a mis hermanos recojo el testigo de una historia que empezó con nuestros padres. Como solía decir mi madre: “La pequeña siempre llama”.



La Carmela no es solo un restaurante:
es un homenaje a nuestras raíces, a nuestra gente y a la forma de vivir que nos enseñaron.
Un rincón donde el mar, la familia y la cocina se encuentran para dar vida a momentos que perduran en la memoria.
Aquí no vienes solo a comer;
vienes a sentir el mar, la historia y el alma de una familia que sigue viva en cada plato.
Bienvenidos a La Carmela Beach Club.








